sábado, 18 de julio de 2009

RESPUESTA AL DR. VANOSSI A RAIZ DE SU PROYECTO DE "TESTAMENTOS DE VIDA" O "AUTORIZACION PARA MATAR"


Sr. Dip. Nac. Dr. Vanossi:
Ud. me habló de su preocupación por la dignidad de los enfermos y de atender a sus deseos.
"Living will" también significa, desear vivir.
Hoy en la Guardia del Sanatorio Colegiales, a las 14.00 hs., presente por otras razones, observé cómo un anciano de PAMI, ingresó caminando, acompañado de su hija, descompensado, pidiendo atención médica urgente por la serie de síntomas y problemas conexos que tenía.
La desaprensiva empleada de la Guardia le dijo que "si hubiera pedido la ambulancia de PAMI, lo atendería enseguida", y "que como vino por sus propios medios, debía esperar 2 horas un turno de atención ambulatoria", o "irse a su casa y volver en ambulancia".
El anciano entristecido manifestó que las ambulancias tardan y que él tenía miedo de morirse solo en su casa, por ello decidió ir urgente al Sanatorio.
La empleada insistió en su "libreto".
El señor, desconsolado (con la sensación de estar en un patíbulo y no en un centro de salud), se sentó en un banco, en medio de un gentío, a "esperar su turno", como "castigo por no haber cumplido con el estúpido y siniestro protocolo que rige la salud en nuestro país".
Yo me tuve que ir por razones de trabajo, pero me daban tantas ganas de "echar unos gritos".
Por el estado que tenía el anciano, dudo de su suerte.
Pregunto:
"¿Es tal el negocio o negociado con las ambulancias de PAMI, que si el paciente osa ahorrarle el gasto a la institución, merece ser castigado y no recibir atención médica?".
Una persona con sentido común, hubiera hecho lo mismo que el anciano. Ir rápidamente al centro de salud, a como pueda. ¿Para qué esperar una ambulancia, que raras veces llega a destino y en hora?. (Tengo una paciente de 20 años muerta en la ambulancia porque el conductor no conocía el camino hacia el centro de salud).
Ud. y sus colegas cofirmantes del proyecto de "living wills" tienen muchas ganas de ayudar a la gente a "vivir con dignidad su enfermedad" y de "satisfacer sus deseos". Citan convenciones internacionales y normas constitucionales.
Este señor tenía el derecho constitucional de no ser discriminado por no haber llegado en ambulancia.
Tenía derecho a la salud y a recibir un trato digno.
Y este es el trato que reciben nuestros viejos a diario.
¿Aún siguen pensando que es necesario preocuparse de testamentos vitales?
¿No hay legisladores que estén tan preocupados como Uds., pero en "asegurar el acceso a la salud de la población"?
Seguramente cuando los diputados nacionales requieren atención médica, ninguna "empleada de cuarta les recita el protocolo burocrático".-
Y, por último:
¿Los ancianos no votan?

Atte.,
Liliana Ángela Matozzo

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